lunes, 30 de julio de 2012

EN UN LUGAR DE CANARIAS DE CUYO NOMBRE NO QUIERO ACORDARME...


 ...moraban desde tiempo ha numerosos fierros encantados de los de aceite en goteo y parada en astillero de vez en cuando para reparaciones...


Donde sus amos seguían confiando en aquestas monturas para ayudarles en las más elementales tareas del campo, bien fuera con poco o mal trato o dispensándoles un trato exquisito...


Donde abundaban los oasis por doquier, llenos de vegetación y de valiosas monturas.


 Donde otras esperaban mejores tiempos al sol, ansiando ser rescatadas del olvido.


Y donde algunas pocas, pasadas penurias y años, 
gozaban de una jubilación en todo su esplendor...


Ahí, justo ahí y en ninguna otra parte, ansío retornar para pasar mis últimos años contamplando estas maravillas y devolviendo la vida a alguna de ellas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario