Hoy fue, por fin, el día que llegué hasta Teno Alto con la Doka. Lo había intentado en otras dos ocasiones, pero una vuelta ciclista primero, y un tiempo horroroso con niebla y frío luego, me lo habían impedido. Sobre las 8 salí de la Orotava rumbo a Garachico. El día, aunque frío, lucía despejado.
Las escasas lluvias en el norte han resaltado vergeles como el de Ruiz con esa mezcla de palmeras, plataneras y vegetación de barranco...
Tras un suave rodar y casi sin tráfico llegamos a la tierra del Roque.
Allí recogí a Sandro, que al final fue el único que pudo venir de los 4 contactados. Es lo que tiene organizar una mini salida el último momento. Paramos en Buenavista del Norte, donde un reconfortante desayuno nos acabó de despertar y mató el gusanillo que ya se notaba en el estómago. Al lado de la parada de guaguas estaba este curioso mural, muy hippy y carnavalero...
Tras "repostar" subimos al Palmar, y de allí tomamos la "comarcal-vecinal" a Teno Alto. Había que llegar a lo alto de la meseta y un poco más allá...
A medida que subíamos la vista sobre el Palmar y su volcán "arañado" por las canteras de picón era alucinante....
Algunos eucaliptos de los plantados en el siglo XVIII a los lados de los caminos reales de las islas para "refrescar a los viajeros" todavía sobreviven a un lado de la serpenteante pista.
Casi llegando a la meseta del Macizo de Teno, aparece el fayal-brezal y las explotaciones agrícolas.
Luego las primeras casas, no muchas, porque el caserío principal es pequeño y otros tres o cuatro se dispersan por las lomas circundantes.
Aparcamos frente a la "ventita de la quesería" donde no perdimos ocasión y le compramos a la doña unas buenas raciones del increíble queso fresco de la zona. Giulia no desentonaba en un paraje rural con tanta solera y parecía una estampa sacada hace 30 años en el mismo lugar.
Sobre la fachada de una casa tradicional canaria, las varas de un grupo de practicantes del "salto del pastor" que se disponían a bajar a Punta de Teno. Al lado un escueto cartel: "Se vende queso", y bien rico, por cierto....
Caminamos un poco más para ver el paisaje. Buenavista del Norte parecía una postal vista desde aquí arriba...el sol comenzaba a calentar algo y aprovechamos para sentarnos en la plaza como los viejos...
Resulta curioso ver los restos de casas cueva al estilo Guayadeque en GC, pero aquí están en deshuso.
Regresamos con la autoestima por los aires al haber logrado llegar de una vez. Bajando desde el Palmar los rebaños de cabras tomaban su diario aporte vitamínico en forma de sabrosos tomates de la tierra, excedentes de producción. Este acuerdo UE- Marruecos nos va a dejar KO...
Gracias a Sandro dimos con la llamada "Casa de las 7 ventanas", una casona canaria del siglo XVII de la época de la explotación de los ingenios azucareros locales como el de Sibora 8que ya hemos traído a este blog). Las ventanas de la zona inferior veladas por barrotes de piedra tallada hablan de un oscuro pasado en la agricultura canaria...pero esa es otra historia que algún día contaremos. Quedémonos con las bonitas imágenes de mi Doka y la casona.
Pronto volveremos, y bien acompañados....
1 comentario:
Bonitas fotos, el lugar promete una buena salidita, me quedó pena no poder acompañarles, por cierto la foto en plan antigua está genial, saludos,
Eduardo
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