En nuestra eterna búsqueda de la última Doka hoy dimos con algo que jamás pensé encontrar: la Doka Titanic. Fuimos Zeben yo hasta una zona en cierto paraje norteño, para luego descender entre viñedos hasta aquella desoladora visión....
Nada más llegar la vimos en la finca, sola, apartada y cubierta por los estragos del tiempo...
Esta Doka, como el Titanic, rezumaba óxido por todo su ser y parecía haber sido rescatada del fondo de los mares donde seguramente yacía acompañando al otrora suntuoso barco de pasaje...
Zeben, no dudo en posar junto a la deshecha reliquia como orgulloso explorador del Discovery Channel junto a ruinas arqueológicas...
Una muestra de su estado es esta foto en la que se ve cómo nos quedamos con la pintura en la mano mientras, lo que no se deshizo del montante del parabrisas, mostraba una consistencia más vegetal que mineral y una decadencia propia de un artefacto del siglo IV d.c.
Quiera el destino no deparame más de estas terroríficas visiones que, sin duda, alterarán mis sueños una larga temporada. Descanse en paz....
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