Hoy vino Eduardo con don Antonio, su mecánico, a ver a Esmeraldo. por mucho que se intentó, no arrancó. Así que hubo que llamar a la grúa. La maniobra fue algo compleja, ya que había que superar la rampa del garaje marcha atrás, pero salió sin problemas.
Luego tocó empujarlo unos 20 metros para encontrar un sitio mejor y con menos tráfico para subirlo a la plancha. Eduardo, con su cojera y todo, empujando junto con d. Antonio y yo sacando fotos con el móvil ¡Qué amigos tienes Eduardo, que ni te empujan el coche!....
Enseguida llegamos a la recta que hay al final de la calle y engancharon a Esmeraldo para su viaje al taller.
Curiosa imágen, el "abuelete" cabrio contempla como el "jovencito" sedán es izado a la plancha como diciendo: .."¡esta juventud!"
Al final va a ser cierto que cuanto más viejos, menos problemas dan. Confiemos en que la reparación no sea costosa y pronto vuelva a su lugar: la carretera.
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