Al segundo intento metí a toda la family dentro y nos fuimos a hacer cerca de 200 y pico kilómetros con un grupo de VWmaníacos que nos habían invitado gentilmente...
Y con ellos nos fuimos a Abades en el otro extremo de esta bella isla de Tenerife:
Fue una ocasión estupenda para compartir esta pasión con gente que te entiende... Sólo hubo un pero: un ligero calentón de frenos que no volvió a aparecer hasta el finde siguiente, donde sólo con mi familia decidí ir al extremo contrario de la isla, por el norte, a dar una vuelta y al llegar a Garachico me ví bombeando el freno con el pie.... Pasaron las Navidades, Gloria fue al taller, se le vació el aire del circuito y ya en enero repetimos el itinerario a Garachico un domingo por la mañana. Total, más de lo mismo.
Aquí estoy con cara de circunstancias, la parienta jurando que nunca más se subiría a la furgo, y los enanos (aparece el mayor) descoj***dos de risa y "viviendo la aventura".Gracias al colega Zeben que acudió las dos ocasiones al rescate con el Renault megane de su padre, al que mima con descaro (al coche, claro) y me lo dejó a mi para volver con la familia en él, mientras se hacía cargo de Gloria trayéndola de vuelta a casa sin frenos y sin miedo.
Otra vez taller: 4 latiguillos de freno nuevos, dos cables de freno de mano nuevos, luz de marcha atrás instalada y alternador con rodamientos nuevos.
Me corroía la curiosidad, así que madrugué un sábado, y a las 6:30 de la mañana emprendí yo sólo la "peligrosa ruta a Garachico y más allá". LLegando por fin al deseado destino sin incidente alguno, incluso 2 municipios más allá ida y vuelta.
La prueba gráfica:
Bueno, basta ya por hoy de historia. El próximo capitulo se titulará: "Gloria y sus amigas"
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