Hartito de la calima que nos ha azotado esta semana y de las altas temperaturas, ayer salí con toda la familia a dar un volteo por el norte a ver hasta dónde llegábamos. La primera parada fue en una ventita de Buenavista: naranjas del pais, queso palmero, pan local y chorizo de Teror.¡El día empezaba bien!
Sumadas las compras al almuerzo campestre que llevábamos, optamos por subir al Palmar y, desde allí, enfilar la estrecha y sinuosa carretera que sube a Teno Alto. Las vistas sobre la antigua cantera de picón son espectaculares desde esta pista...
Esta carretera es como un túnel del tiempo: te da la sensación de estar conduciendo por una Canarias de hace 30 años o más...
Al poco llegamos al caserío. Paramos en la ventita de la quesería a comprar más queso y tomar un cortado. Aparqué a Giulia en la esquina habitual, junto a la rubia Peugeot del restaurante. ¡Eso es fidelidad a un coche, si señor!
Teno Alto, con su caserío conservado se presta a montajes fotográficos retro.
¿Quién no diría que esta foto fue sacada en 1972?
A la bajada paramos en el área recreativa que está al comienzo de la pista y dispusimos todo sobre una mesa. Aunque había bastante gente pudimos encontrar sitio fácilmente y hasta Cira, nuestra perra, "la loca de la doka", disfrutó de un día de pic-nic campestre. A lo lejos, Giulia destacaba con sus 40 añitos entre los Toyotas, Hyundais, Citroens y demás coches nuevos...
De hecho, muchos bajaron a fotografiarla. ¡Yo no iba a ser menos!
Y tras un reconfortante almuerzo en comunión con la naturaleza, y arropado por productos de la tierra, emprendimos el regreso no sin antes parar en la noble y leal Villa de Garachico a tomar café. Pero ese reportaje será para otro día...
2 comentarios:
de los report ... los mejores !!!
Gracias, ya que no consigo igualar tu nivelazo en fotos con encuadres increíbles, por lo menos tengo un don...
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