Hoy a eso de las 5 de la tarde recibí un SOS del amigo Eduardo Pérez-Ascanio: su escarabajo verde (Esmeraldo) se había quedado tieso justo en la calle de encima de casa. Por lo visto no le había sentado bien el descanso veraniego y se negaba a arrancar, ni siquiera en cambios. Acudimos ráudos al rescate y parándo el tráfico lo metimos 20 metros en sentido contrario para llegar a mi calle. Un empujoncito más (con éstos calores) y conseguimos entrarlo en mi desordenado garaje. Allí quedó a la espera de un mecánico y una diagnosis.
Me resulta algo extraño ver un escarabajo en mi garaje: nunca he tenido uno aparcado dentro. El caso es que no desentona...A ver si mañana Antonio el mecánico consigue dar con el problema, que no parece ser gasolina ni electricidad (algo suelto quizás...). Así que, cual niño en el cole en acogida temprana, Esmeraldo espera su reparación y puesta en marcha. Si todo sale bien será la clásica bobería de un coche de estos años: un cable suelto, la dinamo que no va, etc...
Mientras tanto a disfrutar de la extraña visión de Esmeraldo en casa.¡Ah, lo de los sentimientos es porque da sentimiento verlo allí al pobre...!
1 comentario:
Alberto, muchas gracias por tu rápida respuesta y solución al problema y por supuesto por hacer un hueco en ese garaje para mi Escarabajito.
Faltó una foto parando el tráfico en mitad de la Orotava y bajando en dirección contraria.
Saludos,
Eduardo
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