CANCIONES PARA RODAR....

domingo, 27 de enero de 2013

A DESAYUNAR AL PORTILLO!


Hacía ya tiempo que no hacía nada con la family y la doka. Así que esta mañana me he liado la manta a la cabeza y tras despertarlos a todos tempranito, y aún a riesgo de un divorcio y de que mis hijos me internaran en una institución mental, les he dicho:"¡Nos vamos a desayunar al Portillo!". 
Teníamos que llegar hasta una cota de más de 2000 metros. Elegí la ruta que pasa por la Laguna porque las vistas son mejores a esa hora. Con un frío considerable, y algo de ralentada de la noche anterior, comenzamos la ascención por el monte de la Esperanza.




La primera parada  fue para contemplar Santa Cruz despertando al sol de invierno. La ciudad aparecía rodeada de verde por 3 de sus costados.



A los 1500 metros de altitud, la carretera te cambia de la lado de la isla y comienzas a bordear por encima el Valle de la Orotava. Debo reconocer que me puse mis orejeras Neoyorkinas porque llevaba el cristal abierto y el riesgo de congelación y posterior amputación del pabellón auditivo era elevado..



Casi no nos cruzamos con tráfico en todo el ascenso, ¡normal...! ¡El personal estaba acalentito y abrigadito en la cama! Nosotros eramos los únicos locos...




Cira, la Loca de la Doka, acusaba el frio gimiendo. La pobre no acaba de acostumbrarse al furgón y se estresa cada vez que la subo. Eso de que el ruido del motor esté detrás es de los más raro...



La siguiente parada técnica fue en el mirador de Ortuño, donde aún se veía escarcha en los arcenes de la carrtera, asfalto mojado  y musgo por todas las rocas...
¡y nosotros sin desayunar!




Florida pared rocosa del lugar...muestra inequívoca de que aquel slogan de "Tenerife eterna primavera" era un cuento publicitario.



Llegando a Izaña se podía contemplar a la izquierda Gran Canaria y a la derecha la Palma sobre el mar de nubes. En la foto GC se ve justo en el cristalito triangular....creo que tengo que afeitarme...



Enseguida aparecieron montaña Guajara  e Izaña sobre el Valle.


Aquí había un grupo de Parapentistas polares  dispuestos a aprovechar la gélida mañana para volar hasta la Playa del Socorro  abajo en los Realejos, en los dominios norteños de Eduardo...



Nos quedamos a ver salir un tandem y parecía sencillo. Ya me he tirado en paracaidas, pero nunca he probado parapente. ¡Algo que hacer antes de cumplir el medio siglo!


Y por fin chocolate con torrijas en el Portillo. A esa hora ya inundado de moteros nómadas y de Ciclistas mountain-bike a lo MadMax. Luego a casa y a disfrutar de un soleado domingo en familia. Giulia se porta cada vez mejor y ahora con las nuevas gomas va de miedo. A ver si en febrero hay una KDD del Doka Club con unos cuantos cacharretes...