CANCIONES PARA RODAR....

domingo, 26 de junio de 2011

POR TIERRAS DE PLÁTANOS Y CASONAS...

Lo cierto es que agotado como estaba después de dos semanas de duro trabajo, hoy no me apetecía salir a dar una vuelta. Tuve que tirarme de la cama abajo y casi reptar hasta el garaje para arrancar a mi doka Giulia.
Salí sin rumbo fijo, con un ojo cerrado y el otro entreabierto y asombrado de que a las 8 de la mañana hiciera tanto calor. Al salir del pueblo me acordé que la Orotava todavía conserva vestigios de su antiguo esplendor platanero y decidí dar una vuelta para ver cómo estaban las plataneras...la antigua entrada a esta finca del Rincón me cautivó de inmediato:


El sol comenzaba a levantar en el horizonte, y la doka lucía brillando en los antiguos caminos de fincas...


Arriba, como siempre, la cúspide del Valle...


Con asombro descubrí un par de casas abandonadas. Esta tenía toda la pinta de ser del XIX: estilo inglés, casi Victoriano, teja plana, tejados con ángulo pronunciado y ladrillo rojo. Probablemente perteneciera a alguna de las familias inglesas que explotaron los monocultivos del vino y la papa hace ya bastantes años...


El estómago me bailaba ya que salí sin desayunar. Tomé un atajo entre fincas y urbanizaciones nuevas y acabé tomando algo en el Miniño (caferería muy conocida por aqui). Aparqué enfrente, junto a la casona de San Nicolás...


Con la gazuza calmada, retomé el periplo, y tras eludir por medio de otro atajo un control del "Avenemérita" que vislumbré en la carretera (soy totalmente legal, pero paso de estar parado 15 minutos enseñando todos los papeles y diciendo dónde encontré mi doka y si sé dónde hay más, etc -lo que ya me ha ocurrido en otras ocasiones), bajé por la carretera del rincón y me encontré con esto:

¡Quién sabe qué secretos escondería esta abandonada cochera! Más abajo, vi los restos de la hornacina de un grifo de los de abasto de hace muchos años (los recuerdo hasta finales de los 60). Le faltaba el dispensador, pero detrás se notaba la humedad del agua que todavía circulaba por la cañería Hoy en día ya no es gratis y hay que pagar por su consumo...


Entre los muros se veía una pista que nadie había transitado en años...los altos hierbajos lo atestiguaban. Sería interesante volver otro día e investigar un poco más.



Y me alejé, no sin preguntarme qué secretos escondería aquella cochera...


Otra casa abandonada con garaje aparecía más abajo, al borde mismo de la carretera.


Las plataneras aún jalonan los 2 márgenes de la vía. ¿Quién sabe durante cuántos años más?


De pronto apareció el mar, visto desde lo alto parecía más cerca aún, casi al alcance de la mano, aunque todavía faltaba mucho para llegar a la orilla...


Di media vuelta y volví a subir, comprobando cómo el progreso había hecho sucumbir y desaparecer la explotaciones agropecuarias de antaño...


Algunas casonas de familas con más recursos habían resitido el embate, pero sólo tres o cuatro fincas tenían el verde de los cultivos alrededor de las casas.



Retomé el camino a casa dando un rodeo por la antiguamente muy transitada carretera comarcal 820, que sube hasta el cruce con la del Mirador de Humbolt.


El camino ya resultaba más familiar...


Y por último enfilamos el paseo de las Arahucarias y entramos en la Orotava. Casa Regina nos daba la bienvenida.


Y luego, a la piscina del club, ¡que el calor aprieta y hay que refrescarse!

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