Desde pequeño tengo recuerdos de excursiones a una extraña playa con un mar bravío azotando una costa en la que se erguía una fantasmagórica construcción: los restos de una decomunal casona, sin techo, sin pisos interiores y con todos sus ventanales abiertos al océano como heridas sin curar...pasaron muchos años hasta que supe volver a ubicarla (ya de mayor) y conocí su historia.
La estación de bombeo de La Gordejuela, en la Rambla de Castro, fue considerada en tiempos de su construcción, a comienzos del siglo XX, una "obra imposible". Pese a ser uno de los pocos ejemplos de patrimonio industrial de Tenerife, por no decir casi el único del norte, hoy permanece abandonada y en ruinas.
Dadas las especiales características del único edificio superviviente, es usado por fotógrafos locales para hacer algunas de las instantáneas que ilustran este reportaje, como la sesión a la modelo Valentina Tassini por Sergio Gil de Arana.
Podemos localizar la casa de la Gordejuela parando el el Mirador de San Pedro, en la carretera del norte, justo antes de llegar a la playa del Socorro. Bajando por el sendero que transcurre por la Rambla de Castro y bordea la costa acantilada. Tras pasar el fortín de San fernando, por el llamado sendero del agua, divisaremos la imponente ruina que parece surgir de las rocas de la misma playa. Es ese el lugar en el que antaño existió un manatial que se precipitaba acantilado abajo, las cascadas de la Gordejuela, tan copioso y potente que su fragor retumbaba desde lejos, y que fue el motivo de que se decidiera su aprovechamiento y explotación.
El edificio que actualmente sobrevive debió tener el aspecto de la foto de abajo con sus imponentes bombas gemelas de dos pisos de altura:
El ilustrador J.J. Williams, que acompañó al Sabino Berthelot en su viaje a Canarias, nos dejó un curioso grabado con el que podemos hacernos una idea de lo que fue, antes de desaparecer, este naciente. Observamos un torrente que surge del risco y que se abre en una gran catarata. Por encima de ella, aprecíamos un antiguo molino harinero cuya maquinaria era movida por la fuerza del agua.
Han pasado los años y no parece que ninguna instancia pública se vaya a hacer cargo de devolver a la isla uno de los elementos más significativos de su pasado industrial y agrícola.
5 comentarios:
Si señor un sitio recomendable 100%, por cierto quien te acompañó a ese paseo?
Saludos.
Eduardo
Pues fui solito...ya me hubiera gustado encontrarme con Valentina, pero no pudo ser. Además sólo llegué hasta la parte superior del acantilado, como se ve en mis únicas fotos, que todas las demás son prestadas...¡ojo!
Salu2,
Alberto
Muchas gracias por citarme en tu web. No es el único reportaje que he hecho ahí (ni el único fotógrafo que ha quedado prendado por esos enigmáticos muros). Muy interesante la historia del edificio, no conocía tantos detalles.
Saludos cordiales.
Sergio Gil de Arana
De nada Sergio. Llegué a tu web buscando fotos de la casa y me gustó bastante tu trabajo. Yo tampoco conocía su historia hasta que me puse a investigar sobre él. No es el único ejemplo de aquella época que sobrevive a medias...quedan otros.
Saludos,
Alberto
Enhorabuena por el reportaje, es sencillamente espectacular. Con tu permiso cuelgo el link en la página www.facebook.com/PaisajedeCanarias para respuesta a una pregunta que se hacía precisamente sobre este lugar. Muchas gracias
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