...Y así llegamos a la muy noble villa de Garachico, antaño capital económica de la isla y puerto de exportación de famosos vinos (hay que leer a Shakespeare). Pueblo asolado por el volcán y renacido cual ave Fénix, superviviente del traicionero azote del océano Atlántico y bastión contra los piratas que asolaron el norte de la isla en los siglos XVI y XVII... su Roque desafía la bravura del mar impertérrito, haciendo valer el carácter de su gente...
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(...te quejarás muchachote...)Otro resto del pasado de ataques piratas que sufrió la isla: El Castillo de San Miguel.
Dos imponentes vistas de la muy noble y leal villa de Garachico ( sede VW por excelencia) desde el mirador sobre la colada del volcán de Montaña Negra ¿parte del complejo vulcanológico del Teide?
El 5 de mayo de 1706 una erupción del volcán de Montaña negra terminó con el periodo dorado de la localidad. De madrugada siete coladas de lava bajaron por la ladera garachiquense arrasando y sepultando gran parte de la villa, especialmente su puerto, que quedó totalmente cubierto. Aqui está Giulia en medio de una de ellas: 
Un poco más allá siguiendo la TF42 nos esperaba el pueblo de los Silos, con su feria del agricultor (cada domingo) y en cuya plaza del kiosko dimos buena cuenta de un cortado leche y leche y de la afamada repostería local...(menos mal que la amortiguación de la doka está pensada para más de una tonelada de carga...)
Tras reponer fuerzas, y con el reloj de la iglesia dando las 10, volvimos un poco hacia atrás, y justo frente al área recreativa que está a la entrada del pueblo, tomamos el desvio hacia Tierra del Trigo, también conocido como el Camino Real de Las Arenas:
De entrada no lo parece, pero la increíble subida flanqueda por palmerales y abrupta vegetación autóctona, se vuelve cada vez más y más empinada...
La subida se torna cada vez más árdua en un bucle de tramos rectos y curvas a un lado y al otro. En alguna curva me quedé a 3 ruedas debido a la pendiente y al exagerado peralte. Esta pista es así dado el enorme desnivel que hay que salvar, escalando literalmente el borde del acantilado de Las Arenas. 
Como a la mitad de la subida, y a ambos lados de la via, pasa el canal de Vergara (que es un bonito sendero para hacer una excursión de pateo...ya hablaremos de ello):
Aqui no pude resistir y me paré a fotografiar a Giulia recortada contra el paisaje de la montaña de Buenavista del Norte:
Un poco más arriba un Yaris de alquiler en el que venía una pareja de alemanes y que bajaba haciendo su particular rally de Montecarlo casi se me empotra en el morro. ¡Menos mal que yo subía despacio y que oí cómo derrapaba el teutón!. Se quedó agarrado al volante, mirándome con cara de circunstancias.... Estuve tentado de extender por la ventanilla el puño cerrado con el dedo índice hacia arriba indicando que según el código de la circulación, los que subimos tenemos preferencia...., pero me acordé de la campaña del cabildo de "Tenerife isla amable" ,y di marcha atrás y los dejé pasar; no sin antes darle una serie de sabios consejos sobre cómo no salir volando por un barranco (en inglés: "If you don´t drive more carefully on these steepy roads, next turn you´ll be off and it´s a long way all down!").
El paso estrecho entre una doble hilera de casas antiguas marca el fin del repecho y un poco más allá está el cruce con la carretera que sube desde Buenavista al Tanque.
Ya en la carretera TF 423 agradecí ver el rayado discontínuo que indica la división de carriles (¡Uffff, civilización al fin!):
Mirando hacia abajo, se divisaba la costa de los Silos, y me di cuenta del "puerto de 3ª categoría " que había subido....ni Despeñaperros!
El mirador de Tierra del Trigo se encuentra sobre un cerro privilegiado con vistas hacia el norte (Macizo de Teno), con la torre que ya he mencionado alguna vez...lástima de restaurante cerrado desde hace varios años...
..y por el sur hacia los municipios del Tanque y de Icod: La imágen de las laderas vistas a través de las pencas y el verode me pareció de lo más bucólica...
Con los brazos resentidos por el esfuerzo con "la dirección asistida" en la empinada subida, aunque más bien debo decir "dirección diosteasista de mi T2...", emprendimos el regreso bajando al Tanque por la TF82 hasta la autovía TF42, con la satisfacción de haber realizado una excursión de las que recargan las pilas.
Antiguas casas de caminero (o de postas anteriormente) siguen al lado de la carretera como mudos testigos de los avances tecnológicos en automoción (¡aquellos fotingos...!)
Y con este cuarto reportaje cerramos de momento el apartado de odiseas dominicales para no ser demasiado reiterativos. Ahora espero poder deleitarme con los reports de los blogs de los amigos....
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